Cuando hablamos del Factor Humano en la Prevención de Riesgos Laborales, nos estamos refiriendo a la importancia que tienen todas y cada una de las personas que están en contacto y por tanto expuestas a riesgos en su ámbito laboral.
Al establecer sistemas de Seguridad en la Empresa, no sólo debemos velar porque éstos sean eficaces y cumplan su cometido preventivo, sino que hemos de asegurarnos de que la utilización que se haga de ellos sea la adecuada y para esto elaboramos programas formativos, establecemos canales de comunicación o cambios en la Organización, etc.
Se tendrá en cuenta los factores cognitivos, pues éstos van a determinar en cada persona su forma de analizar y vivir la realidad. Mediante la percepción, interpretación y evaluación, el sujeto valora tanto el medio o situación a la que ha de enfrentarse como a sí mismo. Esto va a determinar un estilo cognitivo que está estrechamente vinculado a aspectos de carácter emocional, así como de la propia historia del individuo, que explica las diferencias en la forma de apreciar la realidad entre distintas personas.
Además, los aspectos cognitivos: atención, percepción y memoria, están estrechamente vinculados a la captación, proceso y elaboración de estímulos, son vulnerables a los aspectos emocionales y, por lo tanto, pueden influir en el nivel de rendimiento de la persona.
Que los trabajadores desarrollen comportamientos contrarios a la seguridad nos refleja que existe una mala correlación, entre sus actitudes y los procedimientos aplicados en las empresas. Los avances tecnológicos y el desarrollo de la gestión preventiva no han resuelto definitivamente la influencia del error humano en la siniestralidad laboral.
Actuar sobre su principal causa, el factor humano, es imprescindible para corregir prácticas inseguras. Integrar la prevención conlleva sensibilizar y formar a las personas desde la propia organización y desde agentes externos, para crear una auténtica cultura de empresa que resulte eficaz.
La aplicación de fórmulas novedosas, que refuercen hábitos y comportamientos saludables, nos lleva a gestionar planes de acción en las empresas para obtener un entorno seguro de trabajo, donde el factor humano, por su vulnerabilidad, sea atendido y reforzado, para cambiar el paradigma productivo predominante hacia la seguridad basada en las personas.
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